No creo en el destino

-¿Que hora es?- Pregunte al ver que comenzaba a oscurecer, lo cual me hizo recordar que había prometido regresar temprano a mi casa (Antes de que los vampiros de Chihuahua salieran a buscar a sus presas).

-Cinco treinta y tres - Contestó R. desde el asiento trasero del carro. - ¿A que hora tenias que volver?-

-No tengo exactamente una hora para llegar-  Le respondí mientras conducía hacia el final del puente.

Luego un sonido metálico se apodero de todo. Sentía como mi cuerpo era sacudido por la inercia  del golpe mientras el estruendo del choque hacia eco en mi cabeza y S. gritaba por el susto. Mis lentes salieron volando mientras mi cabeza regresaba a recargarse al asiento del conductor. Después, de la misma manera en que todo comenzó todo quedó en  un extraño silencio, sentía mi corazón latir rápidamente y no estaba seguro de lo que había sucedido.

- Me chocaron- Pensé en voz alta.

-Si...- Contestó S.

Afortunadamente la perdida fue solo material, me disculpe varias veces con R. y S. por lo sucedido a pesar de que la culpa había sido del conductor del otro carro. En cuanto a los tres seres que tripulábamos el carro, 'solo' tendremos que usar esta adaptación de cono para perros el collarín por diez días y tomar unas pastillas (nuestro Bycodin para pobres, oh yeah!!) que amenazan con obstruir nuestra traquea. La verdad estoy agradecido con todas las deidades Dios, por que fuera de la  mega sacudida y de que R. se pegó en la cabeza (Pero esta bien, ese tic en el ojo izquierdo ya lo tenia, lo juro), S. y R. están bien.

Las cosas pasan por alguna razón. Eso es lo que suele decir mi madre, quizá para confortarse ante un acontecimiento un tanto impactante, pero eso no funciona para mi. No me gusta sentir que mi vida es una serie de sucesos predestinados (valga la redundancia) y que solo parezca tener el control, el simple hecho de pensar en esa idea me desespera. ¿Donde se supone que está la libertad que se supone que como seres humanos disfrutamos? Simplemente me rehúso a creer en eso, yo vivo mi vida y solo yo soy el responsable de mis actos, nadie me maneja a su antojo ni sigo un camino predeterminado para mi. Patrañas.

-Las cosas pasan por alguna razón- Me dijo M. por el messenger cuando le conté lo sucedido y que me sentía un tanto mal con R. y S. -Son cosas que pasan y te sirven de experiencia para la vida-... Esa versión me agrada mas.

Aclaraciones: R. No perdió ninguno de sus super poderes y S. está imponiendo la moda del collarín en la escuela, mientras yo lucho por no volverme dependiente de mi bycodin para pobres.